Cuélebre
Especie de gran serpiente de gran tamaño con alas que custodia tesoros. La tradición lo describe con lengua bífida y una gran boca de afilados dientes por la que escupe azufre y fuego. Sus ojos son ascuas incandescentes y su cuerpo es de color verde y rojo. También le salen alas de murciélago, pareciéndose mas a un dragón que a una culebra. De hecho, equivale al dragón de otras mitologías.
Como pueden vivir muchos años, con el pasar de los siglos las escamas se le vuelven tremendamente gruesas e impenetrables. A causa de la dureza de sus escamas, sólo se le puede dar muerte hiriéndole en la garganta o haciéndole tragar algo que no pueda digerir.
Se dice que el cuélebre suele ser molesto para los hombres que viven cerca de su escondite, que puede ser un bosque, una cueva o una fuente, ya que emite silbidos terribles y tiene por costumbre alimentarse de seres humanos, tanto vivos como muertos. Para evitar que esto suceda se le suele entregar alimentos para saciar su apetito.
Está muy presente en la toponimia del Principado de Asturias, casi siempre relacionado con cuevas o fuentes. En Mestas de Con (Cangas de Onís) existen tres cuevas muy próximas conocidas como Cuevas del Cuélebre; también cerca de Cuerres (Cangas de Onís) existe el llamado Pozo del Cuélebre. No son pocos los lugares que llevan tal palabra como complemento de fuente o de ramada: así, en Sobrefoz, existe la Ramada del Cuélebre, pues por su aspecto se dice que bajó por allí tal animal dejando las huellas propias de un ramo que se arrastra para transportar algo.
También puden citarse como muestra el Prado del Cuélebre en Xienal (Quirós), la Braña de Valdecuélebre (Somiedo) o Cuevafrás cerca de Barrio (Teverga).
Otras cuevas en las que se diga que habitaba el cuélebre, las había en Buelnes, Noriega (Ribadedeva), Piedrafita (entre Morcín y Quirós), Saliencia (Somiedo), Oviedo o Brañaseca (Cudillero), cuélebre este último al que según dice la leyenda los vecinos mantenían para que no les comiera su ganado, repitiendo: Abre la boca, culebrón, que ahí te va el boroñón. Pero, según se dice, un día le dieron una piedra ardiente y murió. Cosa parecida dice la leyenda que sucedió en Salinas, pero como estaba cerca del mar, el cuélebre se introdujo en el agua y pudo enfriar la piedra tragada.
En la cabecera del ábside de la iglesia de Santa María de Celón (Allande) hay una figura que representa a un hombre dando muerte a una gran serpiente -identificada por algunos como un cuélebre-, que según la tradición se introducía en la iglesia para comer los cadáveres en ella enterrados.
Los monjes del convento de Santo Domingo, en Oviedo, en cuyas proximidades vivía un cuélebre al que tenían que alimentar con pan, cansados de tener que darle de comer para evitar que se llevara los cadáveres del convento decidieron darle un pan con alfileres que le causó la muerte.
En el manantial de Fondril (Caravia), también solía oírse ladrar a un cuélebre.
Otro que según la leyenda había junto al castillo de Soto, en la desembocadura del río Nalón, fue llevado por la marea, hecho muy celebrado por los habitantes de la zona.
Otro mito relacionado con el cuélebre es la llamada "piedra del cuélebre", con la que se cree que se curan ciertas enfermedades. Se dice que seis culebras se juntan al cuélebre y las babas de todos ellos crean dicha piedra al endurecerse.
Como puede apreciarse, realmente son muchas las leyendas relacionadas con el cuélebre, estando la mayoría relacionadas con cómo los campesinos logran vencerlo mediante engaños.
Cuentan la leyendas que el culebre tras tantos siglos de longevidad ya ha perdido gran parte de sus poderes, especialmente en la mágica noche de San Juan cuando no son efectivos sus encantamientos. Por el contrario, la noche de San Bartolomé sale de su cueva con sus poderes acrecentados, provocando tempestades y desatando el terror.
Al hacerse viejos, se crre que se van al fondo del mar a cuidar sus tesoros y descansar.
Existe una historia sobre que supuestamente un cuélebre fue avistado en Felechosa (Aller) y en 1965 se llevó a cabo la última batida oficial de la Guardia Civil contra este animal mitológico. La batida, en tono festivo, culminó con una espicha que un empresario local, Luciano Tejón Muñiz, organizó para las autoridades y para motivar con ello a que los periodistas con sus artículos atrajeran el turismo a esta localidad. Pero como diría uno de los vecinos Manolo Tejón "hubiérayos dio meyor sin hubieran discurrio algo con la Virgen del Carmen como fizieron en Lourdes o Fátima"
